El inglés como lengua franca y su importancia en la traducción jurada
A lo largo de la historia, el inglés ha ido cobrando fuerza hasta convertirse en el idioma más empleado en la comunicación internacional. A medida que los negocios, la tecnología, la ciencia y las culturas han ido evolucionando y globalizándose, el inglés se ha consolidado como lo que llamamos lengua franca, es decir, un idioma que adoptan personas de diferentes nacionalidades y que no comparten una misma lengua con el objetivo de lograr la comunicación. Es cierto que el motivo de esto no reside en el número de hablantes nativos, sino en el peso político y económico que tienen tanto el Reino Unido como Estados Unidos, pues son dos potencias mundiales realmente importantes.
¿Cómo afecta la lengua franca en la traducción jurada?
Desde que el inglés es la lengua franca, la necesidad de solicitar traducciones juradas en este idioma se ha vuelto una realidad indiscutible. De hecho, en muchos países donde el inglés no es la lengua oficial, se recurre a traducciones juradas en este idioma para llevar a cabo distintos trámites legales. Este es el claro ejemplo de lo que ocurre en países como Tailandia o China dada la dificultad que supone conseguir traducciones fiables con las combinaciones lingüísticas pertinentes.
Por ejemplo, en el caso de las adopciones, todo el procedimiento de la traducción jurada se lleva a cabo en inglés, y esto es así porque es muy poco probable que tanto los adoptantes como los organismos españoles, por un lado, hablen o entiendan tailandés o chino, del mismo modo que también es poco probable que las instituciones del país de origen del menor hablen español. Así, las traducciones juradas en inglés permiten que el proceso de adopción se lleve a cabo de manera justa y equitativa, ya que los documentos resultan claros y comprensibles para todas las partes involucradas.